martes, 11 de agosto de 2009

Que significa ser puertorriqueño?

Esta es una pregunta que puede tener contestaciones diversas de acuerdo al énfasis que se le dé. El enfoque más importante en mi opinión es el geográfico. Por lo tanto, puertorriqueño es todo aquel que crece en la isla de Puerto Rico. Hago énfasis en crecer y no en nacer. Porqué? Un individuo puede nacer en P.R. y a los tres meses de nacido ser trasladado a Berlin donde vive el resto de su vida. Este individuo será alemán. De igual manera, si un individuo nace en Bogotá y a partir del año sus padres se mudan a P.R. y crece aquí, entonces este individuo será puertorriqueño. La otra incognita es definir el estatus de hijos de padres puertorriqueños, nacidos o no en la isla, que terminen criándose en otra cultura en otro país. Este sería el caso de los bautizados como "newyorricans". Aunque la mayor parte de ellos se identifican como puertorriqueños, muchos de los que viven en la isla los consideran como extranjeros.

Otro aspecto importante en la definición del puertorriqueño es la edad. El significado varía de acuerdo a la generación que uno pertenece. Y aunque todos los que nos consideramos puertorriqueños poseemos una cultura basada en una historia común, es importante recalcar que P.R. ha cambiado drásticamente, especialmente en los últimos 100 años de historia. Lo que fué ser puertorriqueño para mis abuelos no es necesariamente lo que significa ser puertorriqueño para mí. Por ejemplo, mis 2 abuelos murieron hace unos años y ambos tenían la edad de 97 años al morir. Las experiencias que ellos vivieron como puertorriqueños, especialmente durante los años de infancia, fueron totalmente diferente a las mías. Inclusive, las experiencias que yo viví como niño son diferentes a las que estan viviendo mis sobrinos. Por ejemplo, durante mi niñez siempre participé de las parrandas con amistades y vecinos durante la navidad mayormente en la década de los 70's. Hoy en día mis 4 sobrinos, entre las edades de 9 y 13 años, jamás han experimentado o vivido una parranda navideña, y son tan puertorriqueños como yo pues todos nos criamos en la misma isla. La diferencia es que una tradición como la parranda, que marcó drásticamente mi sentimiento de puertorriqueñidad, es para mis sobrinos un cuento de una tradición que existió en una época pero que a ellos no les tocó practicarla y/o vivirla.

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