jueves, 15 de octubre de 2009

El Ruiseñor

Francisco Gonzalo hace referencia a la libertad de Puerto Rico a través del ruiseñor. Mientras el ruiseñor es libre, nos deleita con su presencia y su canto. Al ponerlo en una jaula, restringimos su libertad y se muere de rabia por escapar y recuperar esa esencia que solo puede obtener y legitimizar siendo libre, sin restricciones e imposiciones. El autor incita al puertorriqueño a auto evaluarse y examinarse. A determinar si está dispuesto a vivir enjaulado y encarcelado por el resto de su vida. Lo invita a despertar y recapacitar para entonces optar por la rebelión si fuera necesario.

Hay que reflexionar para darse cuenta que hay que sentirse enjaulado para morir de rabia. Y esa rabia es la única que nos puede alentar a tomar la decisión de basta ya. Es a través del reflejo de nuestro ruiseñor enjaulado que podemos añorar y luchar por nuestra libertad. Al autor solo le falta gritar “viva Puerto Rico libre”.

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