En esta poesía romántica podemos apreciar el amor intenso hacia la patria. Resalta el hecho de que hay que estar lejos de la patria para poder verdaderamente apreciarla, extrañarla y añorarla. Mientras más lejos nos encontramos de ella, más deseamos estar en ella. Mientras más tiempo estamos fuera, más aprendemos a valorar a nuestra isla. A través de los cinco sentidos revivimos las experiencias únicas que solo podemos experimentar cuando estamos en su presencia. Y al no poder estar presente, utilizamos nuestras mentes para transportarnos a aquellas imágenes y vivencias que llevamos guardadas por siempre en el alma y en el corazón. El amor por nuestra patria es profundo, y al no poder estar ahí, hasta envidiamos a los que en ese momento tienen la dicha de disfrutarla.
Para mi ha sido muy interesante realizar que en esta poesía, al igual que en muchas otras dedicadas a Puerto Rico, no podía faltar la exaltación a la belleza del paisaje natural de nuestra isla. Siempre se hace referencia al mar y a sus playas, los palmares, las montañas, las colinas, las aves, etc. Cuando vivimos en climas fríos e inhóspitos es que realmente podemos apreciar lo que nos ofrece el paraíso tropical de nuestra hermosa isla.
jueves, 15 de octubre de 2009
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