jueves, 15 de octubre de 2009

El Ahogamiento de Salcedo

Gonzalo Fernández nos presenta el personaje del indio taíno ante la colonización española. Los taínos creían que los españoles, por ser cristianos, eran inmortales. Tal era esa creencia que aún tres días después del ahogamiento del español Salcedo en el río, los indígenas todavía tenían esperanzas de que despertara. El cacique envió a uno de los suyos a ver si todavía se encontraba muerto. Vemos la incredibilidad del cacique ante tal acontecimiento. Como dice el dicho: “ver para creer”. Finalmente, el cacique tuvo que ir personalmente para confirmarlo. Aunque esta crónica data del mil quinientos algo, aún así me parece un poco fantasiosa. Puedo entender que los taínos no conocían otras razas de humanos hasta la colonización. Pero ellos conocían muy bien su mortalidad, y por lo tanto se me hace un poco difícil aceptar el que ellos no hayan podido asimilar la realidad de que los españoles, por ser humanos, eran tan mortales como ellos. Por otro lado, hay que entender que los taínos probablemente se encontraban sorprendidos ante los adelantos y los conocimientos que habían traído los españoles, y quizás por eso asumieron que eran inmortales. Se me hace muy difícil aceptar que el cristianismo haya sido la base para que los indígenas pensaran que los colonizadores eran inmortales. No debe haber sido fácil para los taínos aceptar el cristianismo después de una vida entera acostumbrados a alabar a múltiples dioses. Pienso que veían a los españoles como seres superiores por sus adelantos científicos y tecnológicos.

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